La falda era acampanada, sudadera barça ajustada en las caderas y con una pequeña cola. “Pienso que hemos creado una demanda muy orgánica que ha conseguido que los clientes sean fieles a nosotros”. Un punto de inflexión en ese sentido fue el fichaje de John Galliano por Dior en 1996, al que siguieron Alber Elbaz …