La grada se volcó contra él, irascible por los últimos resultados y por la pésima gestión de la directiva durante el verano, vendiendo el último día de mercado al lateral derecho titular. Los buenos resultados no le duraron mucho al equipo colchonero. Aún continuaba el debate acerca de la ampliación de capital propuesta, ya que la oposición a Gil sostenía que supondría un aumento de poder de la familia, mediante la adquisición de nuevas acciones.