En la cabeza llevaban una cofia, en forma de diadema o en alas. La indumentaria más antigua consistía en una camisa larga, una falda larga y ancha y una chaqueta de mangas largas. Durante la dinastía Han los vestidos tenían la misma tipología, aunque eran más suntuosos, adornados con oro, plata y jade. Hacia finales de la dinastía Zhou se adoptaron los pantalones, por influencia de las tribus de las estepas de Asia Central.